“Me quiere; no me quiere; me quiere; no me quiere…”
Cual ir deshojando una margarita, seguramente has notado que en tus redes sociales unas publicaciones tienen más éxito o mejor alcance que otras.
Pero, ¿alguna vez has analizado por qué algunos post no tienen ni perrito que les ladre?
Muchas veces cometemos errores al momento de realizar nuestras publicaciones y nos vamos haciendo de hábitos equivocados.
Por ello, hemos enlistado 6 malos hábitos muy comunes, que podrían estar afectando el impacto de tu empresa en las redes sociales.
Hábito #1: Publicar por publicar
El primer mal hábito en redes sociales que tenemos, es publicar en nuestra página de Facebook empresarial de la misma manera en la que lo haríamos en nuestro perfil personal:
- Compartiendo el contenido de alguien más.
- Posteando una frase motivadora sin razón aparente.
- Publicando una foto que no cumple ningún propósito.
Déjame decirte que si haces alguna de estas 3 acciones, estás cometiendo esta mala práctica.
Publicar contenido innecesario nos afecta tanto en imagen, como en operación.
Esto se debe generalmente a que olvidamos a quién nos estamos dirigiendo o ni siquiera hemos considerado dirigirnos a alguien en específico.
La mejor forma de decidir esto es usando un Buyer Persona, es decir, una representación semi ficticia de tu cliente ideal.
Toma en cuenta que puedes tener diferentes Buyer Persona y cada una tiene sus propios razonamientos y motivos para hacer una compra.
Es ideal empatizar con él para saber cómo piensa y conocerlo a profundidad.
Esto te dará una guía para saber cuál es su problema y cómo piensa solucionarlo.
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El inconveniente principal de conservar este mal hábito es comenzar tu cadena de comunicación con un eslabón muy delicado.
Conservar este mal hábito repercute directamente en tu cadena de comunicación, porque descuidas tu contenido.
El contenido de nuestras publicaciones es lo que nuestros clientes valoran en redes sociales y relacionan directamente con nuestra calidad.
¿Cómo solucionar este mal hábito?
Crea contenido que se dirija a una persona en específico y que cumpla un propósito que sea relevante para ella.
Hábito #2: Querer venderle a todos
El segundo mal hábito es comunicar tu contenido de manera generalizada.
Esto sucede por olvidar quiénes somos y cómo nos percibe el cliente.
Si el mensaje no es comprendido por tu Buyer Persona, la calidad del contenido resultará irrelevante y no va a funcionar tu estrategia.
Los hábitos 1 y 2 van de la mano completamente. Digo, no querrás ser ese viejito que se quiere poner en onda con los chavos o la señora a la que le piden que se siente…
Hagamos un análisis rápido:
Todos necesitamos tomar agua para vivir, pero no todos tomamos la misma marca de agua, ¿cierto?
- Hay personas que prefieren tomar una marca de agua porque es más femenina que otra.
- Otras, prefieren tomar otra marca de agua porque se ve más deportiva.
- Hay gente que simplemente busca la opción más económica para comprar una botella de agua.
Si se te vinieron a la cabeza diferentes marcas de agua, es porque están bien posicionadas con los atributos que mencionamos.
¿Por qué?
Porque cada uno de nosotros nos identificamos con marcas diferentes.
¿Cómo solucionar este mal hábito?
Define la personalidad de tu empresa y personifícala.
Esto te ayudará a crear empatía y desarrollar el estilo ideal de comunicación hacia tus Buyer Persona.
Hábito #3: Comunicarte con tu cliente como si fueras un ejecutivo de los 90s
El tercer ̶p̶e̶c̶a̶d̶o̶ mal hábito en redes sociales es no personalizar la respuesta a quienes nos contactan.
Recuerda que cada cliente es especial. Si sienten que los tratas como un número más, perderás su confianza y la oportunidad de venta para siempre…
Si tu empresa tiene una personalidad, el mensaje debe comunicarlo.
Las respuestas frías y generalizadas son cosa del pasado, así que si tienes un speech impreso, por favor ¡retíralo de la vista!
Atrévete a establecer una relación y atender la necesidad de cada uno de tus clientes, siguiendo por supuesto el estilo definido para tu empresa y para tus redes (hábito #2).
¿Cómo solucionar este mal hábito?
Utiliza perfiles estereotipados y emplea frases para medir su nivel de asociación.
Esto te ayudará a identificar la forma en que te debes comunicar con tus clientes y ellos puedan percibir correctamente la personalidad de tu empresa.
Hábito #4: No estandarizar tus canales de comunicación
El cuarto mal hábito de este listado es poner un #SobrinityManager.
Está bien, es tu sobrino y lo quieres, pero recuerda que el manejo de tus redes sociales no es tarea que cualquiera deba hacer.
En la mayoría de las situaciones en las que algún miembro de la familia interviene en el manejo de redes, éstos suelen imprimir su propia personalidad y hacen a un lado la personalidad de la empresa.
Sobre todo si hay más de una persona que contesta los mensajes que recibes en redes sociales, ya sea inbox o en los comentarios de las publicaciones.
Para evitar este problema, sugerimos estandarizar tu línea de comunicación.
¿Cómo solucionar este mal hábito?
Crea flujogramas de todas las preguntas que pudieran hacerte en medios digitales y crea un manual de respuestas con la personalidad de tu marca.
Ahora sí, cualquier persona podrá responder con la personalidad de la marca.
Otro detalle importantísimo, el cual deriva a nuestro siguiente mal hábito.
Hábito #5: No llevar una programación de publicaciones
Una página que no crea contenido continuamente, pierde presencia y el interés de sus seguidores; pero una página que publica cualquier cosa (véase hábito #1) en cualquier momento, pierde la confianza de sus clientes.
Llevar una calendarización de tus publicaciones te ayudará a mantener congruencia entre el contenido y la comunicación de la publicación.
¿Cómo solucionar este mal hábito?
Date a la tarea de monitorear las redes para reconocer tendencias y organízate para mantenerte al día con ellas.
Después, crea una calendarización de publicaciones para llevar un control interno de lo que harás en el mes.
Hábito #6: Pensar que por pagar anuncios en Facebook, las compras caerán del cielo
El último mal hábito enlistado hace referencia a pagar anuncios sin aplicar la segmentación adecuada para aprovechar su rendimiento.
El clásico ejemplo es cuando promocionas tu publicación con una segmentación dirigida a hombres y mujeres de 18 a 65 años, en toda la ciudad, sin especificar intereses u otras características.
Recuerda lo que mencionamos en el hábito número 2, no trates de venderle a todos.
No todos compran un producto por la misma razón.
Usando a tu Buyer Persona podrás determinar qué filtros son clave para segmentar y promocionar tu publicación.
¿No funcionó como esperabas? Calma, no es tan fácil como parece.
La mejor forma de iniciar, es hacer una prueba invirtiendo una pequeña cantidad de dinero para medir la aceptación de tu anuncio.
Recuerda que NO existen fórmulas secretas para vender más con los anuncios de Facebook.
¿Cómo solucionar este mal hábito?
Analiza muy bien a quién está dirigida la publicación y cerciórate de que el mensaje sea el adecuado.
Si no funciona tu anuncio a la primera, intenta cambiar la imagen, hacer otro tipo de anuncio o llegar a una segmentación diferente. PERO NUNCA DEJES DE INVERTIR.
El cuidado de todos los factores mencionados anteriormente, son esenciales para mantener relaciones de confianza con tus clientes y, aunque Facebook es una herramienta que posee una interfaz amigable y comprensible, es necesario saber utilizarla.
Recuerda que siempre es bueno hacer una pausa, suspirar y analizar nuestras acciones para asegurarnos de que vamos en la dirección correcta.
Échale un vistazo a tu contenido y asegúrate de no caer en la tentación de tener malos hábitos en tu manejo de redes sociales.
Si tienes alguna duda o problema implementando alguna de las soluciones que te ofrecemos, contáctanos y un especialista en mkt te ayudará a resolverlo.