Estar en México y poder vivir todas las dimensiones que abarca el Día de Muertos es un sueño hecho realidad.
Poder compartir con ustedes estos días de celebración, donde las energías son tan fuertes.
Este año, tuve la suerte de asistir al Paseo de las Ánimas, un recorrido que va del Cementerio General, rumbo a uno de los parques más conocidos de la ciudad, y pude ver cómo resplandece la tradición: los colores, la atmósfera, la vestimenta y caracterizaciones, la comida típica y los altares.
Pero sobre todo, sentir a todos reunidos en un lugar para rendir homenaje a los difuntos.
En Yucatán la tradición del Día de los Muertos es más tradicional y enfocada hacia la cultura maya. Se conoce en esta región como el Hanal Pixán.
Me encantó caminar por las calles y capturar estos momentos.
Fue en este instante cuando me topé con un problema, que representa un reto para muchos fotógrafos: La falta de luz.
Al ser un evento nocturno, tuve que poner en práctica mi conocimiento para el manejo de la iluminación, y así retratar lo que mis ojos veían.
La luz en la fotografía nocturna
La luz es primordial en la fotografía.
Tomar instantáneas de noche, es un reto por no tener una exposición adecuada, de ahí la importancia de saber cómo trabajar con la fuente de luz de la cual se dispone.
¿Cómo usar a mi favor esta falta de iluminación?
Hay dos maneras principales de poder exponer tu fotografía:
Primero que nada, tienes que identificar la iluminación artificial disponible: lámparas, puestos, velas, decoraciones, luz de los autos, iluminación de la calle, etcétera.
Cada fuente que te ayudará a construir tu imagen.
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Puedes jugar con la intensidad de la luz e iluminar el sujeto que captures.
Necesitas enfocarte en el tipo de luz que tienes disponible. Cada variable va a afectar tu imagen. Su temperatura de colores, su intensidad, su providencia, y su ángulo. Así vas a lograr retratar la cara de tu sujeto.
Este tipo de luz y manera de iluminar siempre va a ser limitada y poco flexible. Por eso, te presento otras posibilidades.
La segunda manera de exponer a tu fotografía es con el apoyo de un flash speedlite.
Regulando el ángulo e intensidad, puedes manipular cómo iluminar lo que estás fotografiando.
Si la velocidad es demasiada baja, tu fotografía será borrosa (porque el tiempo de exposición es más largo).
Puedes emplear un tripie, que aportará estabilidad. Esto te permitirá trabajar mejor con objetos estáticos, como un monumento o paisaje.
En síntesis, ¿Qué necesitas para lograr tomar fotografías de noche?
- Buscar iluminación artificial y saber cómo manejarla,
- Saber cómo disponer de tu cámara y los arreglos en el modo manual,
- Cargar con un flash adicional para poder añadir la luz necesaria,
- De ser posible, complementar el equipo con un tripie.
Manejar y dominar la iluminación es un conocimiento importante, para tener la libertad de fotografiar lo que quieras, sin importar la hora del día.
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Sobre el autor
Eileen Wingaard Sjøqvist
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